La eficiencia de las mujeres en los puestos de responsabilidad está científicamente demostrada: un estudio hecho por McKinsey & Company en 2010 muestra que las empresas que registran un mayor porcentaje de mujeres en los comités ejecutivos tienen un 41% más de rentabilidad y un 56% más de margen de beneficios que las empresas que no tienen mujeres en sus cúpulas directivas. Sus compañeros y jefes alaban las capacidades y habilidades de organización y liderazgo de las mujeres y reconocen la importancia de contar con equipos directivos que tengan en cuenta la diversidad y la igualdad de género.